martes, 18 de enero de 2011

Fic "Esquizofrenia!" Cap 4


-Este es mi santuario.- Rió.- Es el lugar donde surgen las ideas atrapadas en mi cabeza buscando la salida de emergencia.- Se formó un silencio y el suspiró.- Woow... Eso fue.. demasiado metafórico. Toma asiento Amanda.
-Si...- Dije embobada mirando el mural.- Gracias.
- Bueno cuéntame de ti, según tu currículo hablas francés y alemán.
- Oui un ja.- Respondí afirmando que sabia esos idiomas, sonriendo.
-Jaja, entonces hablaremos constantemente en alemán.
-¿Por que?- Pregunté confundida.
-Porque yo soy alemán.- Dijo mientras preparaba la cafetera.- ¿Café?
-SI POR FAVOR.- Respondí un “poquito” desesperada. El me miró riendo.
-¿Ansiedad?.- Sonrió y luego de preparar la cafetera se sentó nuevamente.
-Lo siento, es que esta mañana mi cafetera no funcionó y aun no tomo mi café matutino.- Dije roja de vergüenza a causa de mi desesperada respuesta.
-No te preocupes. Hablas con otro adicto a la cafeína
- Jaja, gracias.- Dije aun avergonzada.
-Vamos Amanda.- Dijo tratando de quitarle peso al asunto.- Te quiero conocer como persona, porque el puesto ya lo tienes.
-¿Qué?- Pregunté confundida.
-Eso, que el puesto ya lo tienes asegurado. Eres el mejor currículum que he visto. Así que estas contratada.
- Ooh.. ¡Muchas gracias!- Sonreí feliz.
- Háblame de ti, de tu familia.
-Bueno yo soy de Los Ángeles, al igual que mi familia. Ahora último me mudé a New York.- La cafetera terminó su trabajo y el se paró para servir las tazas.- Mi padre es dueño de una joyería y mi mamá tiene una Boutique muy conocida en Los Ángeles.- El trajo la taza y comenzó a verter el café en mi taza justo frente a mi. Ahí fue cuando me di cuenta de lo hermoso que era.
-¿Cuánto de azúcar?- Yo no respondí, no porque no quisiera, sino porque no podía emitir sonido alguno. Él me miró y yo me topé con un par de hermosos ojos café, que me miraban de una manera tan penetrante que hicieron que un ejercito de colores se me viniera a la cara.- ¿Estas bien?-Preguntó el asustado al verme de todos colores.
-Si.- Dije cortante con un tic en el labio.
-¿Estas segura?

Yo lo seguí mirando, es que ¿Cómo era posible que no me hubiese dado cuenta de lo hermoso que era mi jefe? Aparte de esos hermosos ojos, tenia una nariz perfecta, unos labios hermosos que ocultaban una sonrisa maravillosa. Para que hablar de su piel, al igual que sus rasgos, que eran finos y delicados. Sus pestañas eran largas y bellísimas, y tenía un piercing en la ceja. Para mi gusto, un piercing en el trabajo es muy poco profesional, pero que más da, él es el jefe. También tenía otro piercing en la lengua, lo noté cuando hablamos en el auto. Oh no.. ¿Cuánto tiempo llevaba mirándolo? El tampoco me ha quitado la vista...Pero de seguro pensaba que era una estúpida que se quedaba pegada pensando en algo. Ojalá pudiera dejar de mirarlo, pero no puedo. Es hermoso, simplemente hermoso. Al fin salí del trance en el que estaba y pude hablar.

- Aahh.. lo siento.-Dije quitando la mirada bruscamente.
- Tienes unos ojos preciosos Amanda. Permíteme que te lo diga.- Definitivamente le gustaba verme sonrojada.
- G-Gracias...-Y aqui vamos de nuevo.. malditos colores que se apoderaban de mis mejillas.
- Oh, no te sonrojes, es solo un cumplido.- Sonrió.
- Si, lo siento, esque.. yo...-¡MALDITOS NERVIOS!
- No te preocupes, dime. ¿Por qué quieres trabajar aquí?

Comenzó a hacerme preguntas sobre mis estudios, familia, universidad y vocación. Tenía mi currículum al lado de su laptop y yo no lo había notado. Luego de unos 20 minutos dijo.

-Bueno Amanda, estas contratada. Mañana comienzas a trabajar.- Dijo guardando la carpeta en donde se encontraba mi currículum.- Vamos a la oficina donde trabajarás, para que la conozcas.

Salimos de la oficina del Sr. Kaulitz y entramos a la que estaba justamente al lado.

-Ésta es la oficina de redacción y edición de la revista. Trabajarás aquí con 9 compañeros mas, incluyendo tu segunda jefa, la Srta. Anna.

Cuando entré vi alrededor de 10 escritorios y gente que corría de allá a acá con papeles en las manos. Los “Ring!” de los teléfonos sonaban al compás de los “Clic!” de los mouses y el Sr. Kaulitz me tomó de los hombros llevándome hacia el escritorio principal.
-Esta es la Srta. Anna.- Dijo dirigiéndose a una mujer rubia con un hermoso vestido blanco. Mas que “jefa” parecía modelo. Era hermosa, incluso la llegué a envidiar por un segundo.- Srta. Anna ella es Amanda Schäffer, la nueva periodista. Mañana es su primer dia y espero que no sea muy cruel con ella.

No hay comentarios:

Publicar un comentario